
Ser nosotros
Vivir pendientes de la mirada de los demás, pensando en los demás, significa no mirar lo que tú deseas.
Y vivir atados a la mirada de los otros nos convierte en felpudo de los demás.
Y es que muchas veces no nos valoramos lo suficiente y decidimos vivir a despensas de lo que otras personas piensen y quieren, va pasando el tiempo, los años, y no sabemos ponernos a la altura de lo que valemos nosotros, por una cosa u otra.
Por eso debemos plantarnos delante de un espejo y preguntarnos quienes queremos ser, y lo más importante qué queremos hacer.
Muchas veces por el mismo temor a equivocarnos no hacemos lo que realmente deseamoss.
Si nos apetece irnos a la playa, caminar descalzo, pensar, hacer lo que quieres, y deseas hacer, pero haces todo lo contrario, a lo que realmente quieres.
Es la realidad misma, no nos atrevemos a decir no.
Hace unos días hablando con una niña de 10 años, le pregunto... ¿Qué tal vas en el colegio?, me responde; bien.
Pero tengo una amiga que me dice que no le gusta mi mochila porque tiene ruedas, todo lo que llevo al colégio le parece feo.
Le respondo; pero tu siempre tienes que ser tú, hacer y llevar lo que a ti te guste, no a nadie.
Me dice, ¿Sí, verdad?.
Al siguiente día cuando la veo, me dice hoy voy a llevar la maleta de ruedas y si no le gusta a mi amiga no me importa.
Me mira y me dice ¿A la que le tiene que gustar es a mi verdad?.
Busca mi aprobación en sus palabras, le digo siempre debes ser tu, nunca hacer nada que no quieras, me mira y me dice gracias.
La verdad me quedé sorprendida.
Cosas como esta pasan todos los días,
Unas niñas y ya parece que tienen celos y ese tipo de cosas, unas más listas que otras.
A nosotros los adultos también nos pasa esto en la vida del día a día.
por permitir cosas como éstas, nos pasa lo que no esta escrito.
Por no ser sinceros y hablar claro con lo que décimos y queremos.
Si no queremos hacer algo no lo hacemos.
Debemos aprender a decir no con fuerza.
Por eso debemos plantarnos delante de un espejo y preguntarnos quienes queremos ser, y lo más importante qué queremos hacer.
Muchas veces por el mismo temor a equivocarnos no hacemos lo que realmente deseamoss.
Si nos apetece irnos a la playa, caminar descalzo, pensar, hacer lo que quieres, y deseas hacer, pero haces todo lo contrario, a lo que realmente quieres.
Es la realidad misma, no nos atrevemos a decir no.
Hace unos días hablando con una niña de 10 años, le pregunto... ¿Qué tal vas en el colegio?, me responde; bien.
Pero tengo una amiga que me dice que no le gusta mi mochila porque tiene ruedas, todo lo que llevo al colégio le parece feo.
Le respondo; pero tu siempre tienes que ser tú, hacer y llevar lo que a ti te guste, no a nadie.
Me dice, ¿Sí, verdad?.
Al siguiente día cuando la veo, me dice hoy voy a llevar la maleta de ruedas y si no le gusta a mi amiga no me importa.
Me mira y me dice ¿A la que le tiene que gustar es a mi verdad?.
Busca mi aprobación en sus palabras, le digo siempre debes ser tu, nunca hacer nada que no quieras, me mira y me dice gracias.
La verdad me quedé sorprendida.
Cosas como esta pasan todos los días,
Unas niñas y ya parece que tienen celos y ese tipo de cosas, unas más listas que otras.
A nosotros los adultos también nos pasa esto en la vida del día a día.
por permitir cosas como éstas, nos pasa lo que no esta escrito.
Por no ser sinceros y hablar claro con lo que décimos y queremos.
Si no queremos hacer algo no lo hacemos.
Debemos aprender a decir no con fuerza.
Hacer las cosas cuando y donde realmente queremos n